viernes, 29 de enero de 2010

Las tinieblas fueron muchas

Nubes y discordias rigen el día,
no hay razón sólo salida,
un laberinto que he de recorrer,
busco y busco y no logro mutar,
no hace sentido, correr y caminar.

Y las tinieblas fueron muchas, la oscuridad profunda y el pozo infinito.

Como salamandra arrastrándome por la vida,
no hay huesos, ni músculos sólo sangre caliente que salpica,
en ella me revuelco, me sumerjo y me baño, se pinta el alma que no transita.

Y las tinieblas fueron muchas, las lágrimas fluyen y la risa no existe.

De la sangre nace lo que no es vida,
en ella pienso a deriva,
¿cuál es el propósito de mi lamento?,
¿cuán profunda la herida?
¿podré transmutar con y sin vida?

Y las tinieblas fueron muchas, pero la luz sale hoy día.

Marcada, maltrecha, así pintó con y sin alegría,
jorobada la agonía pero más firme que la masilla,
versando a los vientos, suspirando el reloj,
no hace falta nada, solo el aire, el agua y el sol,
respirando, bebiendo y tostando la eterna, Yo.

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