martes, 17 de diciembre de 2013

Si


Si desnudo mi esencia que sea para que la contemples y no porque deseas cubrirla y esconderla. Si ventilo mi verdad y verbo a 4 vientos y debajo de 7 sombras que sea para escucharla y no para callarla. Si mi fuerza corroe tu centro no temas ni tiembles por dentro, solo respira y déjame esparcir mis hechos. No sé que soy, y no me contemples que las bardas y las ninfas siempre carecen. Como fábula antagónica yace mi mente, perdida para siempre...

jueves, 5 de diciembre de 2013

Bajo

Bajo la lluvia desnudo mi piel
no de vestiduras, pero sí de pensamientos
esos que nos erizan cada poro,
esos que nos delatan al sonrojarnos por una mirada.

Bajo las estrellas le silbo al silencio
ese que quieren interrumpir en momentos,
ese que es tan necesario para penetrar
la oscuridad que bordea mi esencia y mi mente.

Bajo el Sol me siento a veces impotente
por no tener la habilidad de esconderme.

Bajo las sábanas pulcras de la vida
asomo la vista para ahí revolcarme
en la nada hasta perder la noción


Bajo, muy bajo...

martes, 28 de mayo de 2013

Vacío

Un vacío insaciable que corroe y carcome, un Sol que no brilla y lluvia que no moja, sombras que arropan, murmullos que permean, en mi soledad se teje sin aguja buscando un patrón, miro y observo, nada logro decifrar, vacío el revuelo sin Norte y sin brújula a la deriva va, ¡qué no insistas!, ¿qué no ves los pétalos negros ahí varados por un dedal? No me llames, no me escribas, déjame desvanecer, un suspiro y recojo el aire que no fue...

sábado, 20 de abril de 2013

Agonías Nocturnas

Entre letras e imágenes aformes voy desplazando un sentir, se siente la humedad de aquello que es y no es, que descansa y habita, que corre y gatea, no tiene forma, no tiene ojos ni boca.

 Es una nébula gaseosa que transpira un no sé que, un tal para cual, un "ay bendito" y de rodillas me puse y canté un padre nuestro y mil avemarías, y nadie bajo del cielo y Yo aquí inmutada a la nada y al todo.

 A distancia se escuchó el respirar de un toro con recelo, me miro a los ojos, su niña del ojo estaba vestida de sangre y la nariz botando humo. Se me acercó y me olfateo, sintió mi temor, y de pensamiento me habló

"no temas ya ha de finalizar la agonía"

Me rendí y con su cuerno izquierdo atravesó mi corazón, ni una gota de sangre se derramó ni un lamento se escuchó.

 En un suspiro me levantó, y se sintió el aire puro y denso,
el cuerno cargaba el peso de mi cuerpo

y …

en la orilla del mar me depositó.