En las colinas de la esencia,
veredas que recorren las palmeras,
ahí, suspirando...
desembocadura de mil y un yerbajos.
Depositando la cordura
un lelolai de morbidos gemidos,
ansiar, el mar de los olvidos.
Plumaje desnudo,
un riachuelo seco y cabalgado,
la llanura de tus ojos,
Matisse y esmeralda barbiana,
felinos pura alfalfa.
Sin sentido el verso, fallido y carcomido,
como el cielo celeste en acordes mutantes y sin brillo.
Ungiendo azul y amarillo
ahí vivo,
en la aurora,
con y sin esperanza,
en el todo y en la nada.
martes, 13 de julio de 2010
lunes, 12 de julio de 2010
en la nada...
Arraigada en la sombra que nutrió mi alma,
una pasajera brisa que cargo y marchitó mis andanzas,
un cúmulo de mortíferos suspiros que ahorcaron mis pininos,
no es lo casto ni lo puro es lo vago y carcomido.
Como celador de grandes hierros y mortero de los cielos
así me dejaste arraigada a un lamento...
Irónica razón la que esculpe el corazón,
suspirando mediocrisidad por lo que fue; algo impuro y nada mas.
Corazón sangriento, manos sublimes,
y no por tus girasoles, todo lo contrario,
por lo infalible de tus posibles.
Aquí te estrujo mis pesares,
con y sin sentido, no por orar
ni confesar, solo por qué me place divagar.
una pasajera brisa que cargo y marchitó mis andanzas,
un cúmulo de mortíferos suspiros que ahorcaron mis pininos,
no es lo casto ni lo puro es lo vago y carcomido.
Como celador de grandes hierros y mortero de los cielos
así me dejaste arraigada a un lamento...
Irónica razón la que esculpe el corazón,
suspirando mediocrisidad por lo que fue; algo impuro y nada mas.
Corazón sangriento, manos sublimes,
y no por tus girasoles, todo lo contrario,
por lo infalible de tus posibles.
Aquí te estrujo mis pesares,
con y sin sentido, no por orar
ni confesar, solo por qué me place divagar.
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