miércoles, 3 de marzo de 2010

El Hombre: Paracaídas de Ilusiones

Cuando menos lo espero ahí llegas, si, olfateándome a distancia,
trato de olvidar, de arrancarte del corazón, y no me dejas, y no puedo, y en cierta forma irónica y maquiavélica no quiero, mi mente viaja y racionaliza, no es posible, no tiene sentido, tu en la luna, yo en el sol, unidos por instantes, creando elipses momentáneos.

Y me dije, no vuelvo a sentir, es que me lo prohibí, y ahí estas, ahí aterrizaste, con tú paracaídas de ilusiones, con un aliento fresco, y me capturaste, me embriagaste, y hoy no hay palabras soeces, hoy todo es fresita, no porque quiera, es porque así lo siento,
y deseo meter el dedo en una pinta de helado, y darle vueltas, y sonreír mientras lo hago,
y mirarlo así embarradito, y chuparlo, como si fueras tú, el que me endulza, el que me alimenta, si, la hambre de dulzura, de la que quieres aunque sepas que engorda, la que tapa las venas, y quiero que me de diabetes, que me de un infarto de emociones, que me implosione el corazón por no aguantar con tanta azúcar.

Y no llega el día, oh, el dulce día que pueda volver a saborear en mis labios tu dulce miel, esa que codicio, una eterna espera, y vuelvo y siento, cuando no quería, y es que no me perdonas, y me buscas cuando no quiero, cuando te guardo en el cofre, ahí, ahí es que llegas, bañándome de dulzura, de alegrías, borrando la nostalgia, plasmando sonrisas, y es ilógico, y es bien Freudiano, y es fálico, oral y anal, y no quiero, es que no quiero, pero ahí estas, con tu vestimenta, que cubre el yerbajo de hombre que eres, tu heno, el mas fresco, con brisa campomar, un edén, una gloría, y es que no se puede, es mortal, es veneno, no puedo, no quiero, pero así lo deseo, si, todo, completo, jugar a correr por el prado, caminar por la orilla descalzos, mecernos en la hamaca, fumar el habano, saborear el vino, comer las fresas, jugar a la casa, a Ken y a Barbie, ¿es que no ves que lo quiero todo? y no quiero y no debo, pero deseo, y se que quieres, aunque no debas, pero si deseas, auque no lo hablamos, y el silencio lo dice todo, no hay que mediar palabras, por que yo lo siento y tú lo sientes…

En un paracaídas llegas, paracaídas de ilusiones, las que quiero y no quiero ni debo comprar… y me pregunto ¿cuánto me vas a facturar?


1 comentario:

  1. El dilema eterno: no debo, sí quiero; quiero justo cuando se va; lo entierro, lo destierro, el olvido. No hay olvido, es ficción sigue siendo, es...

    Duele, pero sigue sintiendo.

    :-)

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