Respirando bajo el roble de tú vida,
esa que me da cordura y aliento,
ese que me falta y no encuentro.
Mortífera razón en incongruencia,
matas mi conciencia,
flagelada en la esquina,
esperando por tus miserias escondidas.
Provocando lo deseable,
aspirando tu maldad,
queriendo pecar,
no sé si valga la pena,
puede que me sumerja,
aún así me quiebras y te vas.
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