domingo, 2 de mayo de 2010

Nuestros besos...

En un frenesí de versos sin capitán,
un velorio por demás,
gotas de lluvia pintan mi cintura,
la que no sienten las manos tuyas.

Es un eco que viaja sin sentido,
tus labios como boomerang no encuentran los míos,
eterno es el viaje y la penitencia,
emoción anclada que vuela.

Algodones nubescos pintan la ruta,
suaves y aterciopelados,
tal como tus crespos,
quiero ungir mis dedos en ellos,
almíbar es lo que deseo.

Es que no encuentro la mecha,
no hay llamas ni caña para la pesca,
el mar está inhabitado,
un soberano desierto,
ahí en los restos de Atlántida están nuestros besos...

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