Aleteando bajo la humedad de la luna, luz a medias, mi luna,
un cúmulo de pensamientos nostálgicos, cuento 20 nubes y 40 mares.
La calle repleta de revuelcos, personas y personajes; unos alegres, otros mánicos, unos flagelándose y otros, otros simplemente dormitando.
Delirando por paredes escritas, olor a sucio, aguas fantasmales corriendo por mis pies descalzos y curiosamente me estremece la pulcreadad de lo manchado.
Veo las sombras de lo que fue, de lo que es y lo que aún me place.
Quiero dormitar eternamente en este lamento procrastinado y mutado;
saborear la aurora de la nada, esclavizar al victimario, socavar con su ira y hacerlo estragos.
Mis manos están cansadas de gritarle a la conciencia, y es que nadie hace eco,
botella en mano, cajetilla vacía, arrastrando las piernas, lengua pesada, labios en mutismo; ¿hacia dónde voy? mis brazos aleteando… al abismo, a mi norte y a tu sur.
Van y vienen los delirios que emerge tu boca,
ResponderEliminaresas víctimas y esclavos que el dolor te toca.
Caminas por la noche excitando tu ansiedad,
y buscas en la luna como pidiendo felicidad.
Musa, en las estrellas encontrarás la bondad.