sábado, 27 de febrero de 2010

De noche

quiero un mar de besos,
y caricias aterciopeladas,
moldear tus caderas,
sentir tu hombría arrebatándome la vida,
vivir y morir en ti.

quiero estar de rodillas ante ti,
comulgar tus cimientos,
trasnochar por la injuria,
esa que me hace pedir perdón,
y besar al demonio de tu saliva.

quiero corromper tus costillas,
adentrarte en mi,
perderme de una vez y por todas,
un derroche de pasiones,
revolcando el calvario que humentas.

y ahí en el valle de tu olor,
mojados, transmutar en un océano de frenesí, así...

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