En la penumbra de la noche y
bajo el brillo de la Luna te escribo
estas letras prostitutas que marcan mi destino.
En la nébula de mi existencia yace un
corazón frío, no por carecer de amor si no por haber olvidado como usarlo con
sentido, ¿qué haces que me silbas al oído?
De la nada nace el hombre y de su
costilla un murmullo, ecos que gritan un nombre y solo regresa el silencio, ¿
en dónde te encuentro amor mío?
Un velero a la deriva, un Sol intenso
dicta el camino, la brisa acaricia aquello que es sin ser, un misterio;
delirios, ¿qué estás haciendo conmigo?
No hay norte y el sur se disipa en la
brújula que cargo en el bolsillo, perdida va la esperanza en busca de un
suspiro, de esos que sacuden desde los pies hasta el centro del ombligo, ¿me
agarras la mano firme durante este viaje sin sentido?
Jugando a jugar y a querer, es que
queriendo se quiere, un te quiero sin amor un amor sin un te quiero, es un puro
querer, es que no quiero explicarte, es que quiero decirte aquello que temo y sigo
queriendo,
¿a caso te quiero y tú me quieres? ¿es
qué queriendo se aprende a querer de nuevo?
Y le pregunto a las margaritas negras
que bordean mi cama ¿me quiere? ¿no me quiere? ¿lo quiero? ¿no lo quiero?
Y no encuentro respuesta, es que no debe haberla, es que de solo
preguntarlas se me tuerce el alma.
Es que lo tengo todo y no tengo nada y
es ahí donde vivo lo que necesito y quiero vivir contigo, irónico momento, mas
te digo; me quiero alimentar de tus labios y que tú te nutras de los míos, no hay
promesas solo suspiros...
Tú, eso es lo que defines Tú...
- Yo
No hay comentarios:
Publicar un comentario