I
En el estrado de mi centro
se va moldeando un puto estruendo
la sombra habita en mi estante,
se queda perpleja observándome,
se va desvaneciendo la silueta,
no se estiliza la mente ni las ideas,
heme pensando lo que no debo pensar,
heme soñando un mar de
ojos negros sin forma ni lugar.
II
Es oscuro el día y se me aclara la noche,
no se donde habita lo concebible,
no sé donde morar mi sublime barrunto,
¿qué me queda? un silbido deforme y sin sonido.
II
Se arrastra la pena
por no dejar correr la sangre,
habita la ira por no dejarla pasar,
es que me causa hambre,
revolcando un fino hilo de inmoralidades.
III
Me cuesta andar planeando en nidos inhabitables,
no tengo moneda que compre lujuria,
permea insensatez,
se moldea y se amortiza la cordura,
es que no hay quien domine
solo una esclava por el no sentir.
IV
Un escarabajo vino a besarme,
se comprimieron lo labios,
un dulce veneno indeseable,
la benévola agonía pudo mas que la mentira,
lengua infalible que dormitas,
dejando el néctar en eso y aquello que no fue
pura, purita y despatriada morada la mía.
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