En el efímero estanque de la vida
corre la sangre que inhabita,
mas te cuento que no tengo que contar
y las nubes pintan la sonrisa de la
maldad.
Unos gritan, otros corren y Yo me
arrastro
por aquello, lo que nunca y no sé ni por
donde.
En la Luna nacen las ideas y el Sol
las quema al salir, ¿qué pintas que no
me dejas transmitir? No me llames
sí no está de ti morir.
Me desnudo y no contemplas,
ensimismado con la nada
y el todo
de tú palabra. Que pena que no bebas
de mis aguas en plena ofrenda, se
desbordan
ante ti mis dolencias.
En el suspiro prostituto y vengativo
te dejo plasmado el aliento de mi acertijo;
sexo sin alma y me despido.
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